viernes, 29 de abril de 2011

La Revolución Industrial, según S.Pollard

S´.Pollard se enfocó en Bélgica al momento de analizar la Revolución Industrial.
Bélgica se convertirá en el primer país europeo industrializado y con un sistema industrial muy parecido al británico. Uno de los factores que explican este hecho es su proximidad a Gran Bretaña, lo que le facilita la imitación.
Bélgica antes de industrializarse ya tenía una importante tradición manufacturera, desde la Edad Media, centrada en la producción de tejidos y de artículos de metal. Flandes será el principal productor de tejidos y Brujas y Amberes, los principales centros redistribuidores de productos que provenían de otros puntos de Europa.
Según Pollard Bélgica asimiló con éxito las industrias claves de la Revolución Industrial (algodón y lana, hierro y carbón, y industrias mecánicas), pero la cercanía no era suficiente para el desarrollo.
 El principal factor de su industrialización se encuentra en sus factores naturales (riqueza de recursos minerales). Según Pollard el carbón es la base de la industrialización belga. Pollard dice que la industria textil también se desarrolla y Gante se convertirá en la ciudad más industrializada de Bélgica.


EXTRACTO DEL ARTICULO PUBLICADO POR S.POLLARD EN LA REVISTA: "THE ECONOMY HISTORY REVIEW" by: S. Pollard
La gran transformación conocida como Revolución Industrial,  que comenzó en Gran Bretaña alrededor de 1760 ha traido muchisimos cambios a la sociedad.Desde entonces, gran parte del resto del mundo ha pasado o está pasando por etapas de desarrollo con características sorprendentemente similares. La revolución indistrial se ha convertido en un casi universal, de manera clara y distintiva (aparte de una destrucción catastrófica de la civilización más allá incluso de la caída de la Alemania de posguerra) etapa irreversible de desarrollo en el actual período de la historia del mundo.

Los cambios asociados con la revolución industrial van mucho más allá de lo meramente técnico, sino que incluyen "crecimiento de la población, a gran escala y amplia la inversión industrial y los efectos muy generalizados de la aplicación de la ciencia a la industria", y que, en el pasado, llevó a un nuevo sistema de relaciones sociales, industriales, legales y de otro, a menudo se describen como el capitalismo industrial moderno.
 

Revolución Industrial según WW.Rostow

DESPEGUE *take off*

Surge la comparación entre las etapas del crecimiento económico de WW. Rostow, con los cambios de la Revolución Industrial, los cuales se adecua y se conforman perfectamente con las caracteristicas de la etapa de DESPEGUE o IMPULSO INICIAL, de tal manera que se pueda sustituir fácilmente la expresión de la Revolución Industrial.


 
El economista norteamericano Walt W. Rostow en un artículo aparecido en 1959; utilizó el término "take off"que puede traducirse como despegue o arranque; Rostow lo aplica de nuevo en una obra publicada en los Estados Unidos en 1960: "Las etapas del crecimiento económico",con el propósito de explicar este crecimiento, Rostow utiliza dos series de datos explicativos: la importancia de las propensiones que son:
  • consumo,

  • demografía,

  • innovación

  • y el encadenamiento de cinco fases en el proceso de crecimiento.

Rostow define la primera de estas fases como la correspondiente a la sociedad tradicional y arcaica. En el curso de la segunda fase que consiste en la preparación del arranque, aparece generalmente en una nación de estructura estatal centralizada, un grupo de empresarios dinámicos.

Rostow designa con la expresión "despegue" ("take off") la tercera fase, durante la cual la economía ve duplicada su tasa de inversión (al igual que el avión, la economía despega después de haber rodado a una velocidad crítica). La cuarta fase es "la marcha hacia la madurez" (caracterizada por una penetración ampliada del progreso técnico), que prepara la quinta fase: la era del "consumo de masas".


  *Para Rostow, la fase decisiva y a la que él le dió prioridad, es el "despegue", en la que el crecimiento se transforma en un fenómeno normal. Su desencadenamiento puede surgir de un desorden político y social o por la aparición de técnicas que posibilitan toda una serie de expansiones en los sectores de la economía recientemente abiertos a la explotación.

En el trayecto de toda esta fase, la parte de las innovaciones aceptadas crece y la tasa de inversión no deja de elevarse, pasando, por término medio, del 5 al 10%, debido a un aumento demográfico, unas mejoras agrícolas, un mayor consumo y una inversión de la renta nacional en la industria.

Este rápido aumento de la inversión se debió, gracias a la reutilización con fines productivos de un gran porcentaje de los beneficios, mediante una transferencia de los ingresos de las clases tradicionales (aristocracia terrate niente) hacia las clases sociales más emprendedoras (industriales), mediante el desarrollo de actividades bancarias y de mercados de capitales y, en ocasiones, mediante la práctica deliberada de la inflación (para favorecer a los prestatarios).

Rostow asocia la noción de "despegue" con la de revolución industrial (transformación radical y acelerada de los métodos de producción). Walt W. Rostow ha considerado muchos países situados en la fase de "despegue". Su trabajo ha sido enérgicamente criticado por muchos colegas, que le reprochan un recorte cronológico arbitrario.

Por otra parte, al intentar explicar el subdesarrollo mediante un simple desfase histórico de los países pobres con relación a los países industriales, numerosos especialistas del Tercer Mundo han combatido las opiniones de Rostow (según ellos, exageradamente optimistas), presentando un análisis mucho más sombrío ("vasos comunicantes de una sola dirección": saqueo de los recursos de las naciones pobres por los países desarrollados).



viernes, 8 de abril de 2011

El Antiguo Regimen: La Nobleza





La Nobleza.- seguía en orden de privilegios y riquezas al clero. Eran los descendientes de los señores feudales de la Edad Media y, por consiguiente, posesionarios de grandes extensiones de tierra. Estaban exentos del pago de algunos impuestos y explotaban al campesinado que laboraban en sus campos. Se distinguían: la nobleza palaciega, que vivía junto al rey y su Corte en el Palacio de Versalles, disfrutando de lujos y placeres, y la nobleza provincial o pequeña nobleza, que habitaba en sus pequeñas posesiones, dirigían la explotacion de sus tierras y que, por tanto, estaban compenetrados con los grandes problemas y preocupaciones que aquejaban al pueblo. En una u otra forma los nobles eran considerados como "zanganos que se comen la miel sin haberla fabricado".

La nobleza en el antiguo régimen.


El Antiguo Régimen es un sistema político, social y económico por el cual una
minoría privilegiada, así como la nobleza y el clero, ostenta todos los cargos públicos y no paga impuestos, mientras que la inmensa mayoría de la población –el tercer estado- paga los impuestos y no goza de ningún tipo de privilegio. En lo político se dan las monarquías absolutas, el rey tiene un poder absoluto aunque en el siglo XVIII esté influido por las ideas
de la Ilustración (despotismo ilustrado) y sólo busque el bienestar de sus súbditos. En lo económico la burguesía es el verdadero motor de la economía, tiene el poder económico, pero aspirará a tener el poder político, y eso sólo se puede conseguir por la fuerza.


El Antiguo Régimen se da en Europa durante la Edad Moderna, es decir, en los
siglos XVI, XVII y XVIII. Durante estos tres siglos todavía perviven, sobre todo en lo social y económico, muchos rasgos propios de la Edad Media. Su fin llegará con las revoluciones liberales o burguesas y con la revolución industrial y tras él se inicia el régimen liberal y la Edad Contemporánea.


LA NOBLEZA.

La nobleza y el clero van de la mano, por lo que forman el 2% de la población y poseen más del 70 % de la tierra. Aunque en la Edad Media su función era exclusivamente militar, en esta época se han refinado y muchos han abandonado las armas. Además de la exención de impuestos gozan
de otros privilegios: derecho a llevar espada; en sus tierras, a veces, administran justicia, en algunos casos dictan penas de muerte; ocupan cargos públicos en la corte... En cuanto al origen de la nobleza se dice que puede llegar al estamento nobiliario por dos vías, o bien por nacimiento –nobleza de sangre- o bien por ser ennoblecido por el rey para agradecer los servicios al Estado –nobleza de servicio-. Entre sus miembros hay notables diferencias, no es lo mismo un duque que un miembro de la baja nobleza que, a menudo, se muere de hambre aunque, eso sí, goza de prestigio social.

*La nobleza era considerada la segunda clase privilegiada formada por un número de personas análogo al del clero, que poseían tierras de parecida importancia y extensión. Percibían de los campesinos, que vivían en sus tierras, los antiguos derechos feudales, y sólo pagaban impuestos en casos especiales.


  • Era propietaria de grandes latifundios.
  • Estaba exenta del pago de impuestos.
  • Recibía elevadas rentas de los campesinos.
  • Detentaba importantes cargos políticos y militares.
  • Jurídica y legalmente sus miembros ostentaban privilegios que heredaban por nacimiento.
  • Se confinguraba como un grupo heterogéneo: no todos sus miembros gozaban de la misma importancia y posición económica.

martes, 5 de abril de 2011

Demografía Siglo XVIII

Durante el siglo XVIII, y sobre todo en la segunda mitad de dicho siglo, se produjo un notable incremento de la población europea. Los demógrafos proporcionaban cálculos basados en las esta- dísticas de los impuestos y en los registros de nacimientos y defunciones.
En la historia de las poblaciones europeas se suelen distinguir dos grandes sistemas: un antiguo régimen demográfico y otro propio de la revolución demográfica. El primero sería bien conocido para los siglos XVI, XVII y parte del XVIII, y el segundo correspondería a la segunda parte del siglo XVIII y al siglo XIX.
Algunos historiadores, han calificado el siglo XVIII de época de revolución demográfica. Con todo, los cálculos estadísticos eran notoriamente insuficientes. Los había de dos clases: se basaban en los registros parroquiales de nacimientos, matrimonios y defunciones o sobre un censo, un recuento de cabezas, raro antes del siglo XIX. Recordemos que los registros parroquiales en Inglaterra y en Francia datan de la década de 1530; en Noruega y Suecia de la de 1680, y en Rumania -parte del territorio otomano- del siglo XVII en el caso de los protestantes y del XVIII en el de los griegos ortodoxos. Los primeros recuentos nacionales conocidos, basados en los registros, fueron realizados en Austria en 1695 y Prusia en 1775.
Es muy importante saber que, a comienzos del. siglo XVIII, la población de Europa era mucho más numerosa que doscientos años antes, pero no debía haber recuperado aún el. Nivel anterior al ataque bubónico de mediados del siglo XIV. Prácticamente todos los países conocieron un crecimiento demográfico interrumpido en la segunda mitad del siglo XVIII. Por Estados, es difícil precisar la cronología exacta del desarrollo, aunque su existencia es incontrovertible. Entre 1695 y 1801, Inglaterra crecería cerca del 70 por ciento. En los países escandinavos, el aumento sería posterior a 1750. En Escocia, entre 1755 y 1801 se produciría un alza del 30 por ciento. La aceleración sería más importante en España e Italia que en Francia, que sólo se beneficiaría de un aumento secular del 32 por ciento, más rápido en la segunda parte del siglo que en la primera.
Si el único dato que aparece indiscutible en primer término es el del aumento general de la población, que se acentuó en la segunda mitad del siglo, el segundo resulta de la forma desigual en que el aumento afectó los continentes y los países. Se ha estimado que el volumen demográfico europeo pasó de 110 millones de habitantes el 1700 a 187 millones el 1800. La tasa de crecimiento no fue igualada, seguramente, en ningún período anterior.
A lo largo del siglo XVIII, el número de habitantes de:
  • Gran Bretaña pasó de 8 a 15 millones;
  • El de Francia, de 23 a 29;
  • El de España, de 7 a 10;
  • El de los Estados italianos, de 9 a 13;
  • El de Bélgica, de 1 millón y medio a 3;
  • El de Suecia, de poco más de 1 millón y medio a casi 2 millones y medio;
  • El de Prusia, de 1 a 3 millones, y
  • eel de Holanda, de 1 millón al. 700.000.
Las mayores densidades de población se obtenían en Bélgica y Lombardía; las menores, en España, Suecia y Noruega. Después del Imperio de los zares, que pasó de tener 19 millones de habitantes el 1762 a 29 el 1796, hacia 1800 Francia seguía siendo el país más poblado de Europa. La mayor novedad del siglo XVIII fue la de iniciar un proceso de crecimiento la población europea que ya no se detendría. Aquellos incrementos que sólo permitían la recuperación terminaron. Las curvas demográficas iniciaron una ascensión irresistible y multisecular. Las ciudades más populosas eran Londres con medio millón de habitantes;
  • Paris y Viena con un cuarto de millón, 
  • Berlín, con 120.000.
A finales de siglo,  dos ciudades de la monarquía hispánica -Madrid y Barcelona- superaban 100.000 habitantes.
Las esperanzas de vida, calculadas desde el nacimiento, eran mucho más bajas que las actuales. En Francia, por ejemplo, se situaban sobre los 27 años. Necker calculaba que una cuarta parte de los habitantes de ese país morían antes de cumplir los 3 años, otra cuarta parte antes de los 25 años y otra antes de los 50 os. En la Ginebra patricia, la expectativa de vida al nacer ascendió de 41,6 años la primera mitad de siglo a 47,3 en la segunda. En Suecia era de 33,7 años para los hombres y 36,6 para las mujeres, en la segunda mitad del siglo XVIII.
Los factores responsables de la alta tasa de mortalidad eran, en primer lugar, las enfermedades.
  • La viruela fue uno de los más graves asesinos y, a pesar de que se intentó mitigar su impacto mediante la inoculación, hasta práctica- mente el fin de siglo con la vacunación no se consiguieron resultados notables.
  • El tifus, causado por los piojos, y la malaria, producida por los mosquitos, eran algunas de las enfermedades que los hombres de armas dejaban a su paso y su actuación durante la guerra de los Siete Años fue alarmante. Por otra parte, la falta de higiene y la abundancia en las calles de estiércol y moscas provocaron la aparición de tifoideas y diarreas, que afectaban especialmente la población infantil. El escaso aislamiento de los enfermos hacía extender las infecciones rápidamente. Queda, también, el papel de la peste: la aparición en Marsella el año 1720 no fue la última. Es detectable en Sicilia en 1743, y en Polonia y Rusia el 1770. Por otro lado, en el Mediterráneo oriental continuó ostentando un carácter endémico. La lepra había desaparecido casi totalmente y la sífilis ya no era la calamidad que había sido en el siglo XVI.
Otro motivo que podía causar la mortalidad en aquel entonces era la mala alimentación. Podía ser causa de enfermedad evidente en casos como la tuberculosis y el raquitismo, aunque el hambre en gran escala era muy poco frecuente.

Además, una de las causas del aumento de la población debe buscarse en las mejoras sanitarias. Aumentó el número de hospitales en las ciudades, mejoró la ciencia médica y su enseñanza -fueron famosas las escuelas de Leyden y de Edimburgo-, la cirugía pasó de ser un oficio a constituir una ciencia, fueron usados nuevos medicamentos -la quinina contra la malaria y el opio como sustituto de la desconocida anestesia-. También cabe señalar la introducción o mejora del suministro de agua en ciertas ciudades populosas, la eficacia del servicio de recogida de basuras y aun la mejora del alumbrado público - descenso de los homicidios-. Muchas clases sociales disponían de una mejor dieta, con pan y carne de buena calidad. Café, té cacao y chocolate constituían alternativas bien saludables al consumo de vino, cerveza y otras bebidas alcohólicas. Las ventajes del aire fresco de la montaña - descubierto por muchos ciudadanos- y del uso del jabón corresponden a la época que estamos tratando.


lunes, 4 de abril de 2011

MEMORIA DE CLASE 1-MARZO-2011

Hoy 01 de marzo estuvimos hablando sobre la demografía del los siglos XVI-XX.
Enseguida les comparto los apuntes que tomé durante la explicación del profesor:

El siglo XVI fue un siglo de crecimiento, esto se debe a que las cosechas son buenas, implica que comen más, los organismos son más resistentes. Existió una mayor integración de mercado, y se podían traer productos de primera necesidad de otras partes de europea, además aumento el proceso de urbanización.
El siglo XVII fue de crisis, esta se produce por las guerras, es un siglo de hierro… la temperatura media en Europa desciende unos tres grados (tipo glaciación), esto causo peores cosechas y por lo tanto crisis de subsistencia, peores condiciones de vivir, además las pestes los perjudicaron.
En el siglo XVIII hubo un aumento en la demografía, los principios de siglo vienen dados por mejores cosechas, mejor clima, la mayor parte se basa en la primera parte del siglo hasta 1760…mejora la higiene debido a la ilustración, también hay cambios médicos; Pero la tendencia general dice que la revolución demográfica es mas localizada, los cambios nos dicen como serán en el futuro pero en lugares específicos no en todo Europa. En Irlanda se cultiva la patata que en América se conocía desde mucho tiempo antes, la patata salvo miles y miles de vidas irlandesas, ya que esto marco el crecimiento demográfico de Irlanda. Anticipa la época contemporánea pero aun no se realiza la revolución demográfica.
Durante el Siglo XIX, desciende la mortalidad muy lentamente, además la gente rural inmigra a las urbanizaciones. Los europeos salían a otros lugares, porque había una sobrepoblación y la economía era muy mala y no daba para todos.
En el Siglo XX se puede hablar de la revolución demográfica, la población mundial y europea creció. Aumenta la esperanza de vida, en la segunda mitad, Europa empieza a recibir emigración. Está relacionado con el automóvil y el siglo 19 con el ferrocarril, porque se podían traer alimentos de otras partes. Una buena cosecha compensaba una mala cosecha de otro lado.
Por otra parte, nos reunimos con nuestro equipo; donde repartimos los temas a tratar de la Globalización. Marissa enfocara la Globalización a aspectos sociales y culturales, y yo por mi parte lo enfocaré a aspectos Económicos.

DEMOGRAFIA DEL SIGLO XVIII

En la el siglo XVIII se presentó una revolución demográfica, especialmente en su segunda mitad, se produjo un notable incremento de la población europea; Aun cuando por la imposibilidad de conocer los totales exactos de población, los indicadores muestran una Europa (Rusia excluida) que pasaría de 95 millones de habitantes, aproximadamente, en 1700, a 111 en 1750 y a 146 en 1800: Se trata, pues, de un crecimiento de más del 50 por 100 en el siglo, que equivale a un ritmo anual del 0,43 por 100. Y si nos fijamos sólo en la segunda mitad, el crecimiento es de casi un tercio (tasa anual: 0,55 por 100).

Era el mayor incremento demográfico conocido hasta entonces y cerraba la época del crecimiento discontinuo, en que cada etapa de expansión era seguida por otra de estancamiento o descenso -con lo que aquéllas no dejaban de ser simples recuperaciones-, inaugurando la del crecimiento sostenido, que persiste en la actualidad.
Al final del siglo que estudiamos, en un mundo muy desigualmente ocupado, había continentes enteros prácticamente vacíos. En Oceanía apenas había presencia humana, América no llegaba a 0,6 habitantes/km2 y África tenía una densidad de 3,4 habitantes/km2. También en el Viejo Continente había, por el Este sobre todo, zonas inmensas casi despobladas. En conjunto, las tres cuartas partes de la superficie emergida terrestre sólo estaban ocupadas por la quinta parte de la población. El contraste era brutal: en China y la península indostánica (décima parte de la superficie) vivía algo más de la mitad de la población mundial. Y Europa (3,6 por 100 de la superficie global) concentraba al 15 por 100 de la población mundial, alcanzando una densidad media de 30 habitantes/km2.

Los mecanismos demográficos mediante
Los índices de mortalidad bajan de forma repentina gracias a las mejoras en las técnicas agrícolas (que aumentan los rendimientos), las mejoras tecnológicas, los avances en medicina y alfabetización. Estos cambios contribuyen decisivamente a alargar la esperanza de vida de las personas y a reducir la mortalidad.

los que se produjo el crecimiento parecen ser bastante generales, observándose un ligero descenso de la mortalidad frecuente, pero no sistemáticamente acompañado de cierto incremento de la fecundidad.